(Dale al play, será más que amenizar la lectura)
Preguntado por mi PLE ¿qué
diré?
En primer lugar, reafirmaré
la devoción por mi idioma español, tan universal –sino más– que el shakesperiano.
Así que mi Personal
Entorno de Aprendizaje, podría declarar, progresa adecuadamente. Pese, ahora ya
desusados –si llegaron a eso–, libros blancos; por encima de voces que reclaman
acciones del siglo XXI… olvidando que las ramas no sobreviven sin las raíces.
“Aprendiz de mucho,
maestro de poco”. Con más de 5.000 horas de aprendizaje especializado en mis
últimos años que ejerzo de maestro especialista. Lamentando no haber sido tan
eficiente –permitidme serme benévolo aquí– con el resto de horas vividas – y tantas solo consumidas–
Luchando muchas veces
contra corriente, esa que invita al docente a tratar a sus alumnos como iguales
entre iguales… lo que acaba degenerando en “cómodos amiguismos”
Aprendiz quiero seguir
siendo; y así morir, aspirando a la eternidad. Deseando cada día llegar a ser,
sana envidia, estimulante ambición, como el que me enseña.
Pues, así lo creo,
mucho más difícil es enseñar como el que tiene autoridad, con asumida
ascendencia. Aunque, para esto, debamos seguir aprendiendo mucho y no creer
nunca ganada la vida.
Pero sin prisas,
dejando que todo me asombre